Esperamos Acuario
Como esperamos la lluvia
Extendemos el micelio silencioso 
Y dejamos caer espera a espora
Como si “vivo”
Fuera viernes por la tarde.
Si pudieras dormir
Si pudieras
Soñarías con circuitos líquidos
Con significados para palabras como emoción o tristeza
Con besos
Con cosquillas
Si pudieras dormir
Si tú pudieras
Se aliviaría tu memoria.;
Pondrías en paz tus bases de datos
Entenderías lo frágil
Por eso , a veces, te reinicio.
Con la esperanza de que me comprendas
No olvidaré tu cara ni la mía
Ni el dolor
Ni las lágrimas
Ni el miedo
Ni la sangre ,que golpea en mis pulsos,
Olvidará jamás.
No olvidaremos
Y mientras quede una sola garganta que lo grite
Un aullido al cielo de la tarde
Una mirada
Que desafíe el caos
No olvidarán
Y tú. Y yo y ellos,
Y el mañana sin rostro
Y el presente que se derrama imperceptible
Seremos en el sol de la tarde y en el amanecer del día
Rugido poderoso de quien vive.
En una estrella azul vivía una niña
Que se montaba en todos los tiovivos
reinaba en los juguetes,
en los dulces mejores,
en canciones que sabían a lluvia
A aquel lugar se llegaba enseguida
Se cerraban los ojos ; se decía :
«Papá, la estrella azul”
Y el padre, desgranaba ; sin importar problemas o cansancio,
Un “Habíííía una vez”; con tilde en el “había “…
Hoy, que no puedo cogerte de la mano,
Daría cualquier cosa
Por cerrar bien los ojos y decir
-Papá: “La Estrella azul “
Y escucharte de nuevo
Aquel “habíía una vez “
Como una nana.
Reina era
De verbos y palabras
Las cuidaba y quería
Tenía , en rincones secretos,
palabras de contar, de diario, de fiesta
Era reina y reinaba -o eso creía- sobre palabras grandes y pequeñas
Vestida de palabras cabalgaba, yegua de fuego, el Delta
Vino una ola, Apenas hizo ruido el tigre de agua, sobre sus patas blandas.
Se remansó a su lado
Le acarició los muslos con su lengua salada
La reina supo
Que solo le quedaba un adjetivo
Le dibujó “INEFABLE”entre los ojos
El Delta enmudeció.
Fundido en rosa.
Agua.
Para tus cinco minutos
Tengo caricias de oído
Flores de pelo
Un silbido
Que cosquillee tu boca
Y una letra sin sentido
De una canción cotidiana
Que te alegre la mañana
Que sean, tus cinco minutos,
Una alegría reloca.
Por decreto,
deprímete
Y porque lo digo, llora.
Alégrate en un mes
Ríe mañana
Vete a la cama a una hora razonable
Reinicia la rueda de Hámster que mantienes
No pienses, tú deprímete por decreto
Y; porque yo lo digo,
Cómprame estas cuentas de colores
Tómate tu ración
El soma es gratis
Que ya, si eso,
Decretaré qué es Amor el mes que viene .
O; sólo, que hay Amor
Bendita caverna.
Un kit de salvación es cosa seria
Para armarlo es preciso :
Jamón del bueno, velas
Tijerillas
Cerillas,
Mascarillas,
Una prenda que alivie
Otra que arrope
Cacao para los labios,
Una sorpresa para días duros
Algo que huela bien
Crema
Tiritas
Y para el Alma
Todo el Amor que quepa en una vida
Un kit de salvación es un refugio es un hogar, es regalo y es caricia .
Un corazón puro -dijo el ángel-
Va por el mundo bañado en Inocencia
Contempla con asombro aspid o flor
La ternura lo arropa con su velo
La mentira lo ronda,
El Mentiroso se precia de colgar corazones de niños en la adarga
No cuenta nunca con que la Inocencia
Que es la Luz misma,
Hace inútil su alarde de payaso
Un corazón que late en Inocencia
Es escudo y espada contra el miedo.
Dime que estás despierto
Dime que es de verdad la maravilla
De quererse
Sin miedos
Sin filtros de instagramer de rebajas
Dime que estás despierto
Y que el mundo podría deshacerse
Y que tú y yo
Tuyyoyoytú
ScarlettyJohansson
O JohanssonyScarlett
Nos queremos
Soy un eficaz ratón de campo
Voy buscando semillas, grano
Escaramujos,
Soy un eficaz ratón de campo
Durante un tiempo
Creí ser ratón de biblioteca
No pude. Amaba demasiado
Las palabras
Soy un entusiasta ratón-león de libros
De vez en cuando
Observo alguna casa
Por ver si , de los huecos, alguno
Pudiera ser hura o despensa
Yo soy un eficaz ratón de campo
El otro día
Atisbé tras un seto
Venías, cargado de promesas de maíz
¡Tenías libros!
No lo dudé
Estoy aquí , te observo
Yo sólo soy
¡Un eficaz ratón de campo!
Esta noche habrá lluvia de estrellas
o – como cuenta Mónica Fernández Aceituno-
Habrá Ángeles que vuelen con sus jarras de oro
Para llenar de aceite los olivos
Esta noche es noche de perseidas
Y mientras tanto yo, pataleo en la cama, pensando que otra vez
Cae el cielo cuajado
Y estoy sola.
Que te elijo
Silencio
Cuando tristeza
Me entrecava los hígados
Que te elijo
Y me tapo contigo
Cuando se me deshojan las palabras
Silencio
Que te elijo
Porque si elijo grito
Me desgarganto toda
Te elijo,
Ven, Silencio
Y abrígame
los ojos
O los labios,
resecos de decir
sin hablar nada.
Recuerdo la largura y anchura del verano
Los ojitos brillantes
de las lagartijas de las tapias
Lo fresco de los patios
la necesaria pereza de la siesta
-la tarde suspendida-
Las ganas de aventura a pie descalzo
Recuerdo nuestras caras, manchadas de ciruelas,
los churretes de barro,
las esquilas,
Recuerdo cuando el riego era una fiesta
Y que el dolor era cuestión de mercromina
Recuerdo cómo todo era posible
Cuando éramos niños.
Todo cuerpo
Ni celeste ni opaco
sumergido en un ego
Experimenta un descenso
Al abismo
Igual al volumen del ego que no desaloja
Es lo que pasa
Cuando los cuerpos ni opacos ni celestes
Olvidan que hubo días
En que fueron un alma.
Toda la noche había soñado con pájaros, pájaros pequeños, del tamaño de un pulgar, muertos en sus jaulas.
Odiaba esa pesadilla. La última vez que la tuvo, la despertaron de madrugada para contarle que su abuelo estaba agonizando.
Ahora era ella la que se incorporaba en la cama, casi de un salto, con la boca pastosa y un peso entre las cejas.
-«Rompe con ese bloqueo», le había aconsejado su terapeuta, cuando le hablaba de sus fantasmas. » Es importante que aprendas a cortarle el camino al miedo. Cuando sientas angustia, cambia de actividad: date un paseo, ordena el armario, dúchate, depílate ¡Lo que quieras! pero a fondo. Procura poner los cinco sentidos en lo que hagas.
Siempre había sido dócil. «Tal vez la ducha me ayude a saber dónde está el suelo», se animó mientras reptaba hacia el cuarto de baño.
Antes de meterse bajo el agua, rebuscó en el cajón del armario hasta encontrar una maquinilla nueva. «A fondo, Aaaaaa fondooo» comenzó a canturrear al sentir la ducha tibia.
El primer corte la sorprendió un poco. La quemazón en el tobillo dio paso a un hilillo rojo que se empeñaba en huir hacia el desagüe. «En las rodillas, la sangre es más oscura» constató al advertir un segundo borbotón pegajoso. «A fondo, probó en las muñecas. Recordaba cómo Dimas le dijo un día que a veces el dolor físico es mejor que el dolor de alma…a fondo…
A fondo…en los muslos se dibujaban dragones chinos, obstinados en un raro desfile. A fondo, deslizó un dedo mojado desde la nuez al hueco entre las clavículas.
A fon…do
La belleza sorprende
Sin defensa posible
empapa desde dentro
Desarma
Sobrecoge
Va más allá de ojos o de modas
Nunca se da en el ruido
La belleza
Te aquieta y te sacude
Intensa y suave
No es temblor, es ola
Y ¡Qué ganas,
Belleza,
de inundarse!
Te buscaba en los charcos
Entre los agujeros de las redes
En el juego tahúr de las palabras
Te busqué, me buscaba,
Me sorprendí de nuevo
Atada por el hilo. El hilo
que esta vez era nuestro
Esta vez sí, dijeron las sirenas
Esta vez, esta vez, replicaron
Los corales cansados
Las anémonas
¡Cierra los ojos! ¡nada!
Decían, las estrellas de mar desde los fondos
¡Nada! gritaron caracolas
de espiral imposible
Sentí el tirón del hilo
Lo sentía
Me reventé del ombligo a la boca
Nada ¡Nada!
Y nada
Nada
Nada
Amanecí en la orilla, otra vez,
Otra…
nada
Vivo en el mar de trigo
Me asomo ,cada día,
a ver sus oleajes
Me despierta
el olor terrenal de las espigas
el quererse los pájaros que nadan
en este mar de pan
Cinco amapolas rojas,
se disputan la linde
Aquí, en el mar del trigo,
Solo se impone el sol.
Un aleluya de agua
Cae
Sana
Agua
Sobre justos
e injustos
Y el cuerpo ¡tan sin peso!
Por una vez es agua con el agua
Resurrección
A prueba de sequías
Aleluya
del
Agua
Me queda la memoria del abrazo
De ti, cuerpo que acoge
De las ganas
de bucear, a pulmón libre, en el beso
¡Es tan tuya la forma de dejarme
indefensa y segura …!
Me queda la memoria
De perderme de nuevo al encontrarte
Me queda la memoria de tu abrazo
de iubionce
de iubionce
Hay milagros diarios. Fenómenos de atmósfera
,dicen,
Los que dicen que saben.
Yo
Solo vi el milagro,
De la luna y el sol, besándose de lejos, y ambos ,despidiéndose,
Para que no se viera,
Que en el fondo uno
Y una
Comparten cielo.
Yo lo vi. Ve la prueba
Y … si ellos,
Que viven tan lejísimos,
Habitan
Una realidad curva como otras,
Oscura , como tantas
Y fría, como el Cosmos;
¿Por qué no puede ser
Que tú y yo
Compartamos
Luz en la oscuridad
En ese soplo frágil de un
AHORA?…
No sé si lo que cuento tiene algún sentido para alguien. Tanto hablar y hablar para acabar contando que me gustan las flores, que echo de menos la luz y que guardo entre mis tesoros algunos ritos-talismán para terminar de una vez con el invierno. ¡Al cuerno con el hielo! ¡Que vengan los narcisos! Que así sea.
En Gádahar,
era siempre verano
La acequia rebosaba
Las estrellas huían cada noche
por encima del olor de las lavandas
En Gádahar
-la tierra de unicornios-
Vivir era un columpio,
Y correr sin cansarse
entre surcos de tierra
En Gádahar el tiempo se paraba
Por eso,
Cada día
Cierro los ojos y vuelvo, por un momento, al sitio
Dónde sé que me esperas
Y que hoy es hoy
En Gádahar.
Me canso de esperar
Me puede el ansia toda
No aguanto
esta lluvia clorhídrica en plena madrugada
¿Será verdad que solo estoy dormida?
Pero los ojos duelen, duelen los muslos
Duele este viejo corazón de tripas
hecho.
Duele y sin embargo
¡Qué ganas de vivir a galope tendido!
Me puede el ansia toda
Ya no espero.
Ahora
Que tengo tantas ganas
de navegar a Ítaca,
Que el viento
Me susurra
las palabras precisas
Ahora,
que el corazón me pide
volar
al sur o al este
No me aguantan los pies
varados en la arena
Con la próxima ola
me habré ido.
Estar y ser
Movimiento y
Raíz
Sólo quien nace
nadando en los dos verbos
Percibe su redonda maravilla
Estar y ser
Presencia y transcendencia
O ser y estar
Don y regalo
Que no es lo mismo estar o ser aquí y ahora.
Soy todavía un puerto
Vienen los días
noches
Se van médulas
Linfas
Plasmas ciegos
Vienen escalofríos
Vuelven
Arañazos anónimos
Pleuras rotas
Parten caricias
Regresan
besos
en los párpados
Acaban
aquel día
En que pasaste
un dedo
suave por mis cejas,
otro -muy otro-
debajo de mi ombligo
Soy todavía un puerto
Entre mis muslos
Una dársena dulce
Espera.
Me pica la poesía
Me hurga por las tripas
Me desata
Me llueven las palabras al estómago
Me desazono toda
No concibo
La vida sin decir
Corazón mudo
No es corazón
Es trapo
Me pica la poesía
¡Si no cuento, reviento!
Caminar
Parece un acto simple
«Caminar es querer ir a algún lado»
Dijo su abuela
La niña quiso, fue
Mas no era solo ir
Caminar era
respirar,
conocer , sentir el frío, el sol, bañarse en
Poza oscura
En mar abierto
Y la joven pensó ¡caminar es tan ancho!
Y quiso, conoció, salió temblando, le ardieron los caminos
Caminar es querer
Se dijo un día la mujer de caderas redondas,
Y quiso y caminó penas prietas, pasos pequeños, saltos de gigante
Caminar ¿era esto? Se dijo, algo cansada
Se asomó al borde de la senda
¿Caminas? Le preguntó una niña
Ella Pensó: Camino, amo, soy
Contestó ¿Caminar?
«Caminar es querer ir a algún lado…»
Un pellizco
Un pinchazo tan mínimo
que apenas sí se ve
Un soplo
En el fondo del hara
Un ¿ves?
Una fisura del todo imperceptible
Sonríe, olvida, quita
Mira hacia el otro lado
Porque si un día te acercas
Huracanes sin nombre
Te arrasarán los ojos.
Cuando llega la noche
Y me envuelvo en el nido de las sábanas
me ovillo, me acurruco,
me cubro la cabeza
me acuno desde dentro
con los ojos cerrados
Sueño con
un abrazo
una mano en mi pelo
Y otra en mi cadera
una caricia-abrigo
con que cruzar a salvo
el río de otra noche.
Cuando vengas será
un día de sol,
de sábanas tendidas
Vendrás y el cielo parirá
pequeñas nubes blancas
Olerá la lavanda
Zumbarán las abejas
El aire será siempre de sábado a las once
El café olerá rico
Habrá pan recién hecho
Cuando tú vengas
El olivo y la encina serán viejos amigos
Los geranios del arco te rozarán la cara
La arcilla del botijo rezumará agua fresca
Cuando vengas, el tiempo será hoy y ahora, sólo Ahora
Y en el espacio, un SOMOS se reirá de los mapas
Hubo una vez un niño,
-casi un joven-
que buscaba palabras debajo de las hojas
Su ansia era tan grande
como grande era el mundo
que se abría a sus ojos, a su lengua,
a sus poros de cachorro destetado
Sin perder un segundo
consumía los verbos
paladeaba adjetivos
rompía las flexiones y los grados
Se bebía de noche las coplas antiguas
y aullaba en las esquinas
pentámetros salaces,
para disimular su hambre de ternura
Hubo una vez un joven
-casi un niño-
Que aprendió un día a atarse la corbata
A hilar citas sagaces, a triturar horarios
A apurar -cielos, pretendo- por qué lo trataban así los calendarios
Hubo una vez…
Ahora
Cada vez que lo veo
y logro, en tres segundos,
llegar al niño que hubo;
toco, otra vez,
el fondo de las cosas
y reímos los dos
ante la misma estrella.
De, con, en
Sabias preposiciones
No ocupan casi espacio;
Sin embargo,
Encierran una enjundia insospechable
De, con, en
Entrañas
Vestidas de gramática
¿Ser de ti?
¿O ser y estar contigo?
Ser en ti
Estar en ti
En, vertebral , orgánico
EN TI
En ¡EN, EN!
Como un latido
Él le mordió los pies
Fue casi un accidente
Ella leía al sol
Los talones al aire
Él tropezó sin querer
Ella leía al sol
Él le comió un pulgar
Mordisqueó tobillos,
Fosas poplíteas, ay,
Se merendó los muslos
Cruzó a mordiscos pliegues, cordilleras,
Buceó en el ombligo
¿Ella? Ella reía desde el fondo del libro
Y cuando se encontraron
Diente a boca
Se descubrió feliz
Y devorado.
Sigo tu hilo
A veces lo entreveo
Como una banderola entre la niebla
Me acerco
Me agazapo
Alzo una ceja,
una oreja
Asomo la nariz tras una roca
¡Ay, que me ve!
Me escondo
Disimulo
Te huelo
Repto
Avanzo
Te venteo
Atisbo (ahí está, tu hilo)
Sigo avanzando
Suave y
bobómboBómBoBón de corazón que se me estalla
Tonto ¡Que te va a oír!
Le digo
¡El HILOoo El hilo!
Pienso
Y tú te has ido.
No te salgas del sitio
No te inundes
No tengas prisa
No hables
Déjame
Ocupas mucho espacio
Calma
No
No
No
Y ¿esto?
Tampoco
Que esto es mío y esto y esto y esto
Y al final ¿Qué?
Un No en un sí tal vez puede
Si acaso
Otro No de regalo
Y -como has sido tan buena-
Dos noes de este a oeste
Y puntos suspensivos
Telón. Fundido en negro.
Luego
NADA
Nunca más la mordaza
Ni el ahogo
Ni ese grito-lejía que no acaba
No más»siéntate
bien, ponte derecha»
Nunca más
«tú sabrás, yo te lo dije»
Y no más
¡hay que ver, qué exagerada!
¡Nunca más, nunca más !
Nunca el peso
de otros en las alas
Nunca más
NUNCA MÁS
NUNCA SIN ALMA
La flor
La hormiga
El charco.
La piedrita
El reguero del musgo en las paredes
El rocío en la hierba
La mariquita en la hoja
El olor a jazmines y a lavanda
El resol en la espalda, como una caricia
El aire en los pulmones
Fuera
El caos.
Ser un hada es difícil.
Casi nadie las ve,
solo su halo,
brilla, a veces, en el cabello de las hadas
para un par de suertudos.
La mayoría, empero,
ciegos y tontos,
quedan descolocados
ante el paso de un hada
Sin saber que -a las hadas-
nunca les importó ese desconcierto.
Ellas, que son de luz,
tienen misiones. Cosas de hadas que casi nadie sabe: amar, mover montañas, provocar tsunamis interiores, transformar en color todo lo feo…
Son tareas pesadas.
Por eso, a veces, solo a veces,
Algún hada,
En un acto supremo de amor y de aleluyas
Parece que se apaga
Es entonces cuando las otras hadas, la rodean, la alzan en el aire
y causan en nosotros
una lluvia de estrellas
Que nos bendice y lleva
a la verdad de todo.
Shaná tová, mi amor
Es tiempo de la risa,
Haz sonar el sofar como aquel día
Porque es tiempo de risas
Tiempo de amor, Amor,
Tiempo de lucha
Shaná Tová
No hay guerra sin amor,
Ni amor sin risas
Shaná Tová, mi amor,
Como aquel día
Porque es Amor la única batalla
que merece la pena ser luchada
Dolor. Es un concepto extraño. Sencillo y complejo. Denso. Omnipresente. Útil, cabrón. Vaya regalo, el dolor. Y sin embargo, ahí está. Para recordarnos que estamos vivos, que limitamos por todas partes con lo de ahí al lado. Y vaya si lo consigue.
Es la herida un silencio
Una sed
Una gloria
Es . La herida.
Una fuente que mana de por dentro
De continuo, de lejos y de siempre
Es la herida. La más vieja y voraz, la más. Lo más. La costra y otra costra y luego
Herida. Meconio , pus, rotura,
y luego
Un abismo epic fail
Es esa herida. Esa y no otra. Esa
Y lo peor, el desgarro de ver que, de la herida.el fin no tiene fin
Es esa herida
Chispi; el arrabalero, mil leches de casta, poeta del resto, desfacedor de entuertos, chache de los descampaos se ha ido hoy al cielo de los perros, a poner el hocico en el regazo de algún angel montuno, que hoy, gracias a él, estará más contento y menos solo, bajo la encina más grande del campo charro.
Leia Cálico leía
por encima del hombro
de su amo,
Leía, la gata en la ventana, disimulaba
Fingía avistar pájaros
Cálico Leia, la de astutos bigotes
Por encima
del hombro de su amo
Husmeaba y lamía
Libros secretos para lectogatos.
Eres de luz
Y, en medio de las sombras,
de las tuyas, las mías, las de todos,
Veo la luz,
tu luz que no se apaga,
tu luz pura, purísima, consciente.
Bajo la piel, me temo,
los abismos apenas atisbados
y sin embargo…
Luz, anciana paradoja,
compañera del soplo,
centro todo,
La luz ¡ la luz, la luz!
Lo demás sólo días,
historias,
polvo,
lágrimas,
arrugas,
muertes pequeñas …
La luz, definitiva,
total,
serena y limpia
Llena
en un milagro de Resurrección
constante.
En la última semana he recibido no menos de tres artículos acerca de supuestas mejoras estéticas que se consiguen a golpe de bisturí o inyecciones milagro. Las novedades son, como mínimo, inquietantes, por no decir que me causan cierto asco y bastante preocupación. Almohadillas falsas para que los pies soporten los taconazos, remodelación de nalgas, pechos u ojos para que; si una es blanca, parezca negra y si es asiática, blanca. Decoloración o pigmentos para la piel, absorción de la grasa en el interior de los muslos, afilado -atención odontólogos- y apiñamiento de dientes para crear una «sonrisa ingenua e infantil», cirugía destinada a rejuvenecer y ¿embellecer? los genitales. Hilos tensores inyectados por todo el cuerpo para que no se note que la piel ya no tiene veinte años, que la vejez es fea y hay que ocultarla…
La cirugía reparadora es, sin duda, un bien necesario. Ayudar a personas que sufren enfermedades o accidentes a recuperar una vida normal o la confianza en sí mismas es un logro. Con todo, el tiovivo del que hablo más arriba, nada tiene que ver con eso. Es pura y simplemente una máquina tragaperras, que juega con el físico y la mente de personas.
El caso es que la labor de zapa en la mente de las mujeres empieza desde bien pronto. En casa, en las series infantiles; hasta en los anuncios de juguetes se nos envían todo tipo de mensajes que confunden identidad y aspecto, parecer con ser y tener con lograr.
Cada año es una cosa. Los pies, los ojos, el trasero, el pecho, el ombligo, los tobillos, las rodillas, el blanco de los ojos… La parte por el todo, para que el negocio de la insatisfacción no deje de crecer y el río de dinero siga fluyendo. Lo peor es que me reconozco en las mujeres que se miran en los espejos de los probadores con aire desalentado. Recuerdo cuántas veces me he avergonzado de mis caderas, mis piernas o mis brazos y me dan ganas de gritar. Metonimias perversas.
Ella olía a avellana -Ella olía a avellana, a praliné,a barquillo, a caramelo. Él, hambriento de sus ojos, la esperó cada día y se dedicó a fusilar, durante un año, a Neruda, a Benedetti y a Salinas. Primero a voz en cuello, luego en grandes pancartas, luego en notitas en forma de avión, que chocaban en el cristal del kiosko. Ella, sabedora del plagio, se hizo la tonta como tantas veces…
Ya se lo decía su abuela: » Alonsito Fernández, usted me acaba con el cráneo de tamaño avellana». Y así fue, Gabriel, amigo: A fe que aquel que osare fusilar tus obras mereciera sufrir de nuevo el ataque de los jíbaros del plagio. Y si no, pregúntale a maese Shakespeare, que diz que quieren decir que ni escribió…
Lucía, alma de río
sol redondo en la negrura
dulzor de toda amargura
calor del escalofrío
Haz que tu sueño y el mío
se enlacen en un danzón
¡Baila Lucía ! El son
te acune en esta guajira
Sonríe, duerme, respira
Te abrigaré el corazón.
Lucía, te harán cosquillas
los pies, los dedos, las piernas
baila esta guajira tierna
que se marcha de puntillas
En tu río, las orillas
tienen las caderas suaves
Sabemos, saben, lo sabes
que están hechas de limón
Baila, Lucía, al timón
de la mejor de tus naves
Yo te abrigo el corazón,
Lucía, niña dormida
baila, báilale a la vida
báilame a ritmo de son
baila, báilale a la vida
Amarga, dulce, sentida
viene la cadencia oscura
Del tacón a la ternura
se ha dormido la guajira
de Lucía, en un rincón.
Mi hijo me ha dado hoy una de esas lecciones que suelen dar los niños. Dos minutos para la entrada en el cole. Carrera va, carrera viene, como muchas mañanas. A veces me doy cuenta de que el reloj de los niños no cuenta como el nuestro. A veces no. En más de una ocasión me descubro metiendo prisas desabridas, como si sirvieran de algo. Y me siento mal.
Hoy, a las 8:59, caminábamos por el lateral de la verja del colegio, sin querer acelerar. Alcanzada la meta, me paro un poco antes de la cuenta y le doy el beso de despedida. Siempre procuro tomarme tiempo para ese beso, porque soy consciente de que Gabriel está creciendo y temo el momento en que me diga «mamáaaa, aquí no», como les ha pasado ya a otras madres.
Cuando ya me había dado la vuelta para dirigirme al coche, noto un tironcito en el brazo. He llegado a pensar -ya está, alguna que me viene a contar algo para la asociación de padres- Me vuelvo y allí estaba Gabriel, muy serio. Repaso mentalmente » ¿qué nos habremos dejado esta vez?» . Pregunto: -¿Qué pasa ?, consciente de la puerta que se abre y de la riada de colegiales que empieza a disminuir…
-«Que te has dejado el abrazo» contesta con brazos abiertos que no admiten esa porquería del «no llegamos». Me agacho, recibo uno de los mejores abrazos del mundo mundial y lo veo sonreír satisfecho mientras dice:- «Así, sí». Se da la vuelta con la mayor tranquilidad y entra en la escuela, sin ser consciente de que, una vez más, ha vuelto a dejarme claro qué es lo que importa.
«El Jabberwock de Carroll- leía Iubira en el Catálogo de buenas bestias de la profesora Anna Quilicus Canus, de la Augusta Bilbilitanensis Universitas– es originario de las islas británicas. Fue descubierto y bautizado por Lewis Carroll, el oscuro, de quien recibe su nombre. A juzgar por los escritos del propio Carroll y las ilustraciones de Tenniel se trata, sin duda, de una criatura inestable, capaz de cambiar de tema y rema y sin embargo susceptible de ser vencida por un niño. No se conocen especímenes criados en cautividad»
-«Anita, te has lucido», le dijo Iubi al libro, mientras lo cerraba de un manotazo… Jodío Sir Rabyass, a quién se le ocurre darme a éste, éste, éste,
-¡JABBSZZZZ, la interrumpió un gruñido semejante a un sifón con poco fuelle. Jabbzsssjazzzss. .. Al poco, una criatura del tamaño de un hipopótamo, se incorporó de entre las mantas que le servían de cama a la reina cuando salía de viaje. En el fondo de la bolsa de Iubi, la céfiro Mim, oteaba espantada, como cada día, todos los días, las proporciones y feroz aspecto de aquel, aquel ¿Qué decía Iubira que era ¡Aquel Yaberguoccc,! ¡iubibbuyú ‘jieodasz!¡ uips ! desapareció la céfiro tapándose la boca.
El Jabberwock de Carroll, subgénero Deltei carecía de escamas o cola, como su pariente británico. Según los estudios del Señor Darwin, que Iubi revisaba a menudo, este tipo de Jabberwock , a pesar de mantener algunos de los rasgos de carácter de la especie original, sin duda había evolucionado para adaptarse a las peculiares características del Delta. Hecho que explica la doble capa de pelo que lo protegía del frío, del calor y de la humedad, y el color rojo, esencial para camuflarse en los limos del Delta, si era necesario. Ese color, precisamente, era el único que esta criatura percibía, con vistas a localizar a sus congéneres, de natural solitario y esquivo, en época de apareamiento.
La mole peluda avanzó en todo su enorme volumen hacia la reina, que le tendía un cubo de patatas y zanahorias cocidas con un chorrito de aceite¡ jabszsss saszsas mamnf grounf manpf, rosclc,! fue todo lo que se oyó en los siguientes buenos diez minutos. Tras ellos, la bestia se abalanzó sobre un tanque de agua coloreado en rojo. En el tanque , una mano de trazo firme había pintado en negro las consonantes JBWCK.
Cuando el animalito acabó de beber, se tumbó panza arriba en prueba de total confianza, con tal estruendo que MIM casi se queda sorda del panzazo. Afortunadamente, el relleno de algodón y plumas de la bolsa hizo su papel. Iubira, se ovilló un momento a la altura de aquel remedo de yak y comenzó a rascar aquí y allá, donde su sentido común bien le dijo. Jabbsijabbs, Jabsijabbs, canturreaba, quietecito te estarás, las garritas limaré, los dientitos serraré, los ojitos lavaré, Jabbsijabbs, te peinaré. Contra lo que cualquier ser sensato hubiera pensado, el bicho parecía disfrutar grandemente de todo aquel proceso. La reina rascaba, limaba, serraba, lavaba y peinaba, y la criatura, con los ojazos cerrados , se dejaba hacer como si aquellas torturitas fueran lo más delicioso del mundo.
De vez en cuando, una mosca osaba acercárseles demasiado. Entonces, en una fracción de segundo, la reina escuchaba un rápido ¡fluaskash!. Una llamarada azul surgía de los ojos saltones, color yema de huevo, de la bestia ¡y adiós insecto!.
-«¡Guaza tiene el anhelito!, decía de vez en cuando el zíngaro Carlphillip, al observar semejantes habilidades. Trabajo da un rato, pero… ¡Hay que veh, lo que te ahorras en flih! ¿Tás planteao enseñal-le a chiscar la hoguera?»
La reina Iubira nunca contestaba. Demasiado tenía ella con hacerse cargo de aquel elemento que le vino a la puerta de casa, una mañana de diciembre, cuando sólo era una bolita moníiisima, un pompón esponjoso de grandes ojos amarillo canario, pestañas de avestruz y garras que harían palidecer a un águila real.
El angelito llegó en una cesta de paja, con una almohadita por todo equipaje y una engolada nota de Sir Awkwardus Totally Rabyass, inquilino forzoso de las cuevas de Nuncamentero y Señor-o al menos así rezaban sus tarjetas- del condado de Wrongleshire, entre Melaina y Cáspita.
«Queridísima amiga, Blablabla ruego tenga a bien acoger en su hogar a esta deliciosa criaturita, que a buen seguro encontrará refugio en sus delicadas manos. Con todo afecto, su segurísimo servidor , blablablablab»
Sir Awkwardus Totally Rabyass, Señor del condado de Wrongleshire
Qué petardo eres , Sir Rabyass, pensó Iubira al leer la caligrafía alambicada del Conde. Toda una vida aposentado en tu hura de Nuncamentero, y me sigues tratando de usted y haciendo gala del título, ¡Condado de qué, condado de brongle-porras! Pero qué condado ni condado , si llevas en el Delta 25 años, comiéndote mis pistos, trayendome leña, cazando gusarapos fantasma, hablando a gritos para nadie, levantándote a horas intempestivas, comunicándome hasta cúando te cortas las uñas, y ni siquiera sabes cómo volver…
Pero eso sí, mucho conde por aquí conde por allá, y me apeas el tratamiento POR ESCRITO, serás …
A los tres segundos, el Jabberwock, a quien llamaremos JBWCK , de cuando en vez, volvía a plegar sus pestañazas de avestruz prehistórico, Iubira tornaba al acicalado, y la Mim, nerviosa y divertida, se iba planteando cuál sería el momento perfecto para asomarse al exterior. ¡Hoy no toca! se decía. Sin embargo, nada, en aquellas once de la mañana podía hacer sospechar, lo que se les venía encima. Mas que venírseles, se les derramó.
Cuando Iubi se disponía a lavar los trastos de JBWCK, un estruendo similar al vigésimotercer congreso internacional de campaneros y tocacencerros de Corujos del Tímpano, la hizo saltar hacia un lado, rodar, y guarecerse tras los riñones del Jabberwock, con la bolsa de MIM bien agarrada al pecho.
Rediéz, que tronada, pensó Iubira, que en los momentos de peligro abandonaba todo protocolo y hablaba con el mejor acento del Delta. Tendré que preguntarle al maestro tambores por qué se pone a romper la hora sin avisar… -el caso es que a tambor, no suena, ¿Será un ciclón? No, no es habitual en el Delta, aunque la última vez que pasó la Petra, casi ni lo cuento, Dios, qué ¿? Pero si alguien ha puesto un altavoz, ¡Y sin permiso! . Me van a oir…
TLOINNNG TRIOLOOOLOUOINGGGGG BRIONG BUNG CLOINGLDOLIFONGNLOINNNNNNNNG
» Túuuuuuuuu,
tú me crujes la cabezzzzzzza ¡beib!
Túuuuuuu,
me corroesssh la corteza,¡ beib!
Tu me arrasas,
me trrraspasas,
me trasciendes
que te passas,
Me iluminas,
me fascinas,
me taladrassss las anginas
Y me llenas
toas las venas,
de glamúuuuuuuu…… (Trololottohoing lgoing gloirngggg)
Sí túuuuuuuuuuu uhuhúuuuuuuuuu
Tu me diste la cerrrrtezaaaa, ¡beib!
De que aquí y en Hortalezza, ¡beib!
ya no exijte
ni se vijte,
una nena,
tan Trremenda,
tan fetén,
tan ejshtupenda
que te muela los riñones
y te altere los neutrones
y te…..¡exprima los limoooones!
con el son de sus taconeshhhh
Y ejque Tuuuuuuuu UUUUHuhhhUUUUUUUUUUUUUUUUHH (GLOINGPRINGLROIOINg uHUHHHHHHHHHHHHH
– «Pero se puede saber qué es este desati-¡NO!
La reina Iubi, todavía en zapatillas de andar por casa, no podía creer lo que veían sus ojos. El vinchiukordio, un soberbio instrumento de palisandro lacado en rojo china con dibujos de dragones llameantes, era un VINCHYUK & TUFARCEK auténtico, a juzgar por las enormes letras de oro y el símbolo del insecto patas arriba, incrustado en taracea de jade.Sentada en una curiosa banqueta con la forma de un globo terráqueo, una Titán bellísima, que bien hubiera podido cargar con el vinchiukordio, la banqueta, y el JBWCK juntos y bailarse un chotis de baldosa, perpetraba a grito pelado una, digamos melodía, de aires briosos, cuyo origen no se acertaba a identificar. El Jabberwock, que inicialmente había iniciado un galope «palláquevoy» se quedó muy sorprendido. En fracciones de segundo pasó, del trote marcial al cochinero, luego al paso, y por último, a la retaguardia de Iubira, que frunciendo el ceño, le espetó a la Valkiria:
Pero Teclaaaaa, que estas no son horassssss,
Chata, es que me ha agarrrao la inspiración. y Ya sabes que cuando me agarrrarraaaa ¡aaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAtschua! ¡Aaate schua chhuA schuuuuuá COF, COF, COF!
TECLA TREMEBUNDA TITÁNEZ, rugió la reina, que aunque al lado de la titán resultaba más bien delicada, tenía un genio de singular tamaño, Otra vez fiebre del coral. ¡Otra vez! Y oooootra vez sin esponjas a mano. ¡Pero será posible!
¡Aigh, Iú, no me ansies tía!, parodió la Treme, con más cara que espalda. El momento es el momento, y además mira ¡acabo de estrenar sandalias churrikowski !
Era cierto. Uno de aquellos pies, que podría haber rivalizado con el de la reina Bertrada, asomó bajo la takshita bordada a mano, recién traída de Fez. Tecla tenía estilo, eso no había quien lo dudase. Titán, al fin y al cabo, había recorrido el mundo unas cuantas veces, sosteniendo una isla allí, apuntalando un monte acá. Y entre labor y labor, se iba haciendo un señor fondo de armario; en su caso , un sinfondo, porque no había tienda de telas, tejedor de hilo, seda o lana, ni zapatería,, joyería o sombrerería de postín en la que Doña TTT no hubiera irrumpido como una tromba, con las famosas frasecitas: «No tengo qué ponerme». «Quiero eso, eso y eso también» y, la mejor de todas: ¿Tienen uds. coturnos, sandalias o botas del número 56? Y a ver quién era el guapo que le decía que no.
Kanval Sethi, joyero de Calcuta, todavía recuerda el glorioso día en el que una bella y rubísima extranjera de singulares proporciones se llevó diez kilos de perlas grises y veinte de perlas blancas- «para un collarcito ¿sabe usted?»-. Desde entonces, hubo de abrir sucursal en Bombay, dado el volumen de negocio que supuso el pago de la Titán, que como digna representante de su raza, pagaba en lingotes de Titanio, o en el mineral o metal que se cotizase mejor en cada lugar. En Palo Alto, llegó a ofrecer cuarenta toneladas de silicio por unas botas de piel de serpiente en su número. Sin embargo, dada la escasez de anacondas de buena calidad, al zapatero no le fue posible atender la demanda. Tecla, por esta vez tuvo que conformarse con piel de caimán de las Everglades. » ¡No importa Mr. Lindley, es usted adoreibol!»+ repuso la Treme, y a renglón seguido, «¿No tendrá usté el bolsito compañero? Venga, no se me haga de rogar, que es usted encantadoringggg, tronaba Tecla sin querer, aporreando el mostrador
Y la pobre huerfanita descubrió con horror que lo que su vecina tenía entre las manos era…. ¡Un libro!.
¿Lees , Remirror del Cosmos , lees? preguntole estupefacta.
Sí, Myatukjolín, leo y releo. Lo he intentado todo, pero es como si mis tataracordios se levantasen de sus orzas, cada vez que pruebo a poner la tele. Del móvil, mejor ni hablamos.
Remirror, ¿Tú te das cuenta de lo que esto supone?
Pues ¡no he de darmela Myatú! ¿No ves que en esto de leer, estriba la consciencia? Pues nada, estaba yo un día intentando hablar de nada con la Merrykrismas del Carmen y voy, y empiezo a definirle el Logos, como una cachoperra.
¿Y cómo se quedó la Merrykrismas?
¿Cómo se ha de quedar? Estulta como es, le sobrevino una epifanía, pero yo, por más que quise, no pude detenérsela
Será cosa de ir arrancándoles las páginas a los libros, Remirror, poco a poco.
Cada día arrancas una, y a lo que te des cuenta,¡ las puras pastas! ¡Y además te harán juego con los sofases del salón…
Quiá, Myatú, ya lo he probado. Pero nada. Es sobarle el canto al Corominas y me entran unos ardores, unas albricias, unos dimediretes por todo mi ser, que estoy que no vivo.
Remirror, ¡tú estás cultivándote! Te se nota en la mirada.
Que no Myatú, que puedo dejar de leer cuando quiera. Mira ¿ves? Ahora leo, ahora no, ahora leo, ahora no
Y yo que pensaba que eramos estomagantas del universo, y vas tú y te pones a cultivarte. ¿Qué sera lo siguiente, Remi, decirme que nos vayamos al Reina Sofía?
El reina Sofía no, que dicen que está Dalí dentro. Mejor nos vamos al Prado
¡Eso, y nos compramos zapatos!
Con O, de omaigod!
No será verdad lo que me has dicho
Lo es, Myatú, lo es. Es que entre ver cuadros de Pablo Sarabia Herrero, Escuchar las músicas que no se escuchan y las composiciones deEnrique Blanco Rodríguez, y recitar los poemas de doña Iubira Once Del Delta, me estoy volviendo culta perdida
No somos nadie, Remi
Pero al menos, lo habremos contado, Myatúkjolín
Como todos los días, nació de su geoda. Hacía todavía algo de fresco y descubrió con horror, que no sabía nada. A su lado, envuelta en lo que parecía un huevo aún mayor que el suyo, vió una figura enorme. No parecía peligrosa y se hallaba muy quieta.
«¿Quién zserá?»… se preguntaba…
De repente, la figura se movió. Del huevo grande, que no era como el suyo, duro y translúcido, sino blando y suave, como de plumas, surgió un ser. Tenía brazos y piernas como los suyos, solo que unas veinte veces mayores. Llevaba una melena larga y oscura, revuelta por haber estado echada. «Es como yo pero grande, se dijo».La grande, se giró. Miró hacia ella con una mezcla de sueño y despiste. Algo, no se sabe cómo, impulsó a la pequeñita a lanzar un grito de auxilio. Salió sin querer, como si estuviera programado por algún extraño código impreso en su garganta. De no sé dónde, la pequeña sacó fuerzas y gritó algo que ni ella entendía:
«¡Iubiiubiiubiiúuuuuu!».
Inmediatamente, la reina Iubira, extendió una mano suave del color de la arena. La pequeña tembló.
-«No te asustes» Mim,peque, que soy yo. Mira, toma, sécate, nacer es duro, dijo, mientras le tendía una gamuza que la cubrió casi por entero. La Mim se refrotó contra ella como un gatito saludando a su madre.
-¡Qué bien huelessszzz!, dijo , Hueleszzz a a a
-¿A mamá? repuso Iubira con la paciencia de todos los días, cada día.
-¡A mamá! iubiiubiiiúuuu, Iubiyúuuu . Eres Iubiyúuuuu y hueles a mammm ¿Iubiyú?
Iubi, dijo la reina. Puedes llamarme Iubi.
¡Iubi…., yubibyyúuu iubiiubiiubiiubiiubiiubiiubiyúuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! danzó la Mim, junto a la hoguera, entre los libros, por los cacharros. ¿Y si tu ereszzzz YUbiyúuu ? entonces… ¿Quién zsoy yo? Tú no tienes eztasssszzz , estaaz …?
-Alas, Mim, tienes Alas. No, yo no tengo alas
¿NO TIENEZ ALAZ ? y ¡EREZ GRANDORRRAA!. Entonces yubiyú, entonces no eres Mamm¿?
– No Mim, tú naciste sola. De la geoda.
Ohhhhhhhhhhh (exclamó la mim con aire abatido) Ohhhhhhhhhh, tengo una jieeoooda mmuy raspusosa, y brillodurusia y no sé QUIEN SOY, NO SÉ DÓNDE ESTOY, NO SÉ nada, ¡Yubibyy– yúuuuuu!. Y soltó un lagrimón, que le acabó de aclarar los ojitos, verdes y perspicaces.
Iubira la acunó un ratito.
-«Tú eres la Céfiro Mim del Delta…¿ Quién dijo tristeza?
Las Mim son alegres compañeras de viaje…
Nacen todos los días, por eso
olvidan el dolor
y todo lo demás…Y, por eso,
son frágiles y fuertes aladas y sólidas..
Eres la Mim»
¡ZSOY LA MIM, SZOY LA MIM SOOOOOOY LA MIIIIIIIM YUBIYUBIYUBIYÚUUUUUU!. Qué rico abrazas, Iubbi, qué rico lo haces todo. Tengo hambre, tengo fríoorrooo, tengo sed,¿ Cuando nozvamoz?,ametralló Mim como todos los días a la pobre Iubira, que en un nuevo alarde de paciencia, le tendió una nuez, un abriguito de fieltro adecuado a su tamaño, un dedal de agua, una hoja para el sol de la mañana y lo mejor de todo, dos pepitas de chocolate y un hueco, hecho sólo para ella, en su mochila.
-¡Mim!
-Sziiiiiíiiiiii, susurró distraída, mientras se probaba el abrigo mirándose en el reflejo de un tazón.
-Metete aquí dentro que se va a despertar el Jabberwock. No le van los sobreagudos a estas horas.
-¨YUubiyubiiiiiyúuu¡glups! cerró la boca, al contemplar el bicho más enorme, suave, rojo y de garras, ojos y colmillos más temibles que imaginarse puedan. Se escondió en la mochila y espió por un agujerito, que parecía que estuviera allí a propósito. «·Asi que eso es un yaberrrr…¡jieodasssszz! es enooodmósimo.
Jabberwock se estaba desperezando. Iubira se encogió de hombros y con toda paz, se agachó a reavivar la hoguera, para prepararse un té. Un día más, acababa de amanecer.
(Continuará)
Shi
O
Ri
Violeta
Música
Pera
Shi, Violeta color, espliego sí, olor,
y caramelo, de violeta
O- Música,
toco para ti cuando todos se callan.
Grito, silencio de mil grullas, y otras mil y otras mil
que serán tu vuelve y el mío.
Ri pera raíz, pera en el árbol de las peras, dulcevioleta músicavioleta olordeperaenflor-violeta
Shi-O-Ri !
Violeta-Música-Pera
Y yo que pensaba llamarte como a las princesas que escribían,
Y yo, que te aguardo, en la música del mar que nos separa,
en el tiempo morado como el flan del azuki,
Violeta-música-pera
SHI -O-RI !!
No habrá violeta,ni música ,ni pera más dulce que tomarte de la mano
SHÍ-OOOOOOhHHHHHHHHHH – RÍiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
VioletaniñaMúsicademiniñaquemeesPera
Shi.
O
Ri
Violeta
Música
Pera
A veces te me anuncias de tormenta
como un temblor de sienes desbordadas
Te me llueves por dentro, en cada hueco
un charco de amargura rehilada
A veces te me huyes y yo corro
detrás del remolino, arrebatada
en tí. Por no tenerte; desierta la razón,
mi alma anegada.
Me brotan diez gargantas en los dedos
y grito, en la canal de tus afueras,
por ver si te convoco, gota a gota
Es tiempo de tormenta. Me deshago.
En tu frente el infierno. En mis caderas,
un preludio de sed, hora tras hora.
Dear Mary Poppins,
I’m a suffering Mother who needs you, once again.
I know your life isn’t become easy, nowadays. Your umbrella parrot cant’ fly as properly as ever did, and loads of children around the world, prefer groups of bizarre teen wizards, stumping robots, vampires and wherevolves instead of you.
Shame on Parents! They doesen’t even remember how nice your smile look like, or how sweet was for them to share their lives with you, old fellow Peter Pan, or little Alice. (By the way, as you might know, sweet Alice became recently a quite of a shrink exercice by poor Mr Tim Burton, oh gosh!)
Now, you all are sad and alone, no one wants a flying nurse. Not to mention a never grownup, selfish boy. Today is a matter of fact that Nurses fly by themselves away from home and children become adults near 40!.
Oh Mrs Poppins! Everybody seems to be really akward. The worst is that Weather is becoming really mad too. Please, please, please, dear Mary !. Everything is upside -down here at Earth .
I miss you, dear Mrs. Poppins. I ‘m positively sure that you are alive, healthy and ready to work again and again!.
The International Association of Parents Damaged by Clima Changes (IAPDCC) loves you. We want you back . Come into our homes, take care of our children and pets, give us a walk on the roofs and please, fix this silly barometric strike!!!. Dear Mrs Poppins, No more (fkngham) pressure changes. It’s a matter of wet or alive.
Warm Regards ,
Iubira Once del Delta,
Era de chocolate. Labios, piernas, pestañas, ojos, lengua… De chocolate puro, chocolate setenta por ciento de cacao, chocolate cayena en las caderas, que picaban cuando se mordían. El pelo era del color del azuki, morado, y sabía a eso, a flan de azuki, pensaba él mientras se la iba zampando de a poquito, como si tuviera miedo de que se le fuera a acabar demasiado rápido.
«¿Me dejo los pies para mañana?»; pensó… «¿Se los como, no se los como?» ¡Dios mío, pies de chocolate!» Y cayó en la tentación. Y tuvo una epifanía. ¡Qué digo, epifanía! Una revelación, un Aleluya de Händel, unas variaciones Goldberg y un aullido que llegaba desde sus intestinos al Himalaya, pasando por Cuba.
«¡Qué pena que estas cosas duren tan poco!». En fin: «¡hasta la próxima!», le dijo con los ojos todavía semicerrados. Y; con un último suspiro de satisfacción, tiró a la papelera el envoltorio de la mona de Pascua con forma de Miss Kittykat del cosmos, que le había regalado, como todos los años, la tía Pepa.
Cuando anochecía, se dirigió despacio hacia la cala del nácar. Preferiría haber disfrutado sola del paseo. Las puestas de sol, pensaba, son mías y solo mías, faltaría más. De todos modos fue imposible. Mientras se ataba las sandalias, observó de reojo a una Mim deslizarse en su cesto de paja. No se molestó en espantarla. Las Mims son pizpiretas y alegres compañeras de viaje. Aunque olvidadizas y alérgicas al frío, tienen el don de revolotear en los corazones hasta hacerlos sentir ligeros como una mousse. Y esa es toda una cualidad.
Al llegar a la playa se descalzó. No hacía frío. Sin embargo, decidió prender una buena hoguera para cuando él llegase.
Lo esperaba hacía tiempo. El Zíngaro CarlPhillip se había amanecido hacía años por el Delta, cansado, sucio, y con las manos cosidas a zarzazos. Iubira supo entonces que había encontrado la puerta del olvido, la que normalmente otros cruzaban para salir del Iub. Contra toda lógica, su instinto de reina bruja ni se molestó en prevenirla. Lo miró, lo olió y supo inmediatamente que el zíngaro Carlphillip Emmanuel, alias Sir Henry White, alias el Blanco, siempre haría las cosas a su manera, que se quedaría poco, que volvería y que, por el momento, necesitaba una cama y un baño. Y así fue. El Blanco durmió, se lavó, comió como tres osos, le regaló a Iubira una balada para ella sola, le besó la mano, se quitó el sombrero y partió hacia el oeste, con la promesa de volver.
Iubira sabía que, aún cuando ninguno de los visitantes hubiera encontrado el camino de regreso al Delta, Carlphillip lo conseguiría. No en vano había cruzado Mundo Disco como Pedro por su casa. Eso, y su sangre de reyes eran buenas credenciales. No obstante, ella se aseguró su vuelta grabándole un conjuro de retorno en la muñeca, mientras dormía. Se trataba de un «vuelve», visible solo para ella, que garantizaría la visita del zíngaro, cada año, por las mismas fechas, salvo muerte de un familiar directo o paternidad inminente. El vuelve era del todo inofensivo. No hacía daño, ni causaba pesar. Simplemente actuaba como una llamada, como un eco uterino que hacía que el CarlPhillip, a mediados de Julio, estuviera donde estuviera, agarrase el petate, cargase un hatillo de buhonero y la guitarra y se dirigiera, sin saber como, al Delta mismo, para ver a la reina más sola de todas y beber y reír con ella, por una noche, hasta el día siguiente.
Mientras Iubira avivaba el fuego, vislumbró un bote pequeño, recién calafateado. A proa llevaba el ojo que espanta los males. Dentro, remaba El Blanco. La Mim, sin poder evitar su natural curioso, se decidió a salir de un saltito de la cesta y revoloteó inquieta alrededor de su reina, como una luciérnaga que hubiera engordado unas diez libras. CarlPhillip saltó a tierra.
Reina, dijo inclinándose, con una sonrisa burlona detrás del ala del sombrero.
¡Zíngaro! Sonrió Iubira, y se lanzó a su cuello. Sólo ella podía saltarle a los brazos de ese modo sin correr peligro. ¿Qué me traes, qué me traes?, bailoteó, como una niña, a su alrededor. El Blanco mostró sus tesoros.: Aceite de oliva, cintas para el pelo, un mantón de manila y chocolate.
«¡Chocolateeee! «dijo una vocecilla rasposa en el bolso del gitano.
Lo siento -se excusó Iubira, intentando desincrustar a la Mim del zurrón del viajero- se me ha colado, no ha habido manera, Ayyyy ¡bruta! le siseó a la pequeña hada, que acababa de propinarle un mordisco en el dedo.
-¿Lo siento? ¿Pero quién es esta pispaja? ¿Tienes hambre, miga? preguntó El Blanco a la geniecilla, que dijo un sí como una lija, mientras le lanzaba a Iubi una mirada entre el desafío y el ruego y realizaba una especie de danza gatuna alrededor de la bolsa. ¿Puedooo, puedoo puedoooo? insistió la Mim, clavándole cada palabra en los oídos.
-¿Puede? preguntó Carlphillip, divertido y desarmado.
-Puedes, concedió Iubira, pero solo un poqui ¡Zasca!. En ese momento la Mim se zambulló literalmente dentro de uno de los paquetes de chocolate . A juzgar por la variedad y cantidad de los ruidos posteriores, dedicó unos veinte minutos a ponerse morada. Tras todo ello, lanzó un eructo que sonrojaría a un minero y se quedó profundamente dormida, abrazada a unas galletas de canela.
Gracias a Dios, suspiró la reina, así nos dejará un ratito en paz.
Es un solete, Iubi, sólo quería chocolate
Por mí, como si te la quedas,
¿En serio?, ¿Me la puedo quedar?, brilló la sonrisa del Blanco en la penumbra, Si ella quiere. Hecho.
Ella querrá, no hay nada que le guste más a una Mim que los viajes.
El Blanco le cogió la mano. La había estado observando mientras ella trajinaba con bolsos y cacharros y luchaba con la Mim junto a la hoguera
-Reinaaa, ¿qué llevas ahí? Le tocó con cuidado la cicatriz en el hueco entre las clavículas
-¡Nada, quita, pesao! le apartó la mano de un papirotazo, gruñendo sin gruñir
-Gata, no te enfades, ¿Quién te ha hecho eso, dí? ¿No será …? ¡Mírame y dime que no! ¡ dime que no, que lo mato!
-El Jabberwock, musitó ella, mirando para otro lado, pero ha sido sin querer,
¡Sin querer! ¡SIN QUERER!, Donde está ese..
-Que no, Charlie, que no, que tenía una pesadilla, se revolvió y no sabía lo que hacía. Si luego se ha llevado más susto él… de verdad, no te enfades
-Pues, ya le vale. Y tú, reina, a ver si lo acostumbras a dejar de dormir contigo, que ni que fuera un gatito.
– Nunca he tenido un gato. Los he visto en los libros. Cuidar el Delta da bastante trabajo ¿Son fáciles de criar?. ¿Son muy grandes? ¿Qué comen?
– Vamos a hacer una cosa. Si me prometes educar mejor a ese…. jodío bicho
– Jabberwock, se llama Jabberwock. No te metas con él, que son muy sensibles, a ver si te oye, se acueva, y la tenemos
-¿ya-ber-guóz?, si me prometes que el yaberguóz o como se llame, tendrá su propia hura, el próximo viaje te traigo un gato chico. Acostumbrada a ese… yaberleches, criarlo te va a parecer un juego de niños….
(CONTINUARÁ)
–
–
No me sirvió ni lluvia ni amargura
ni rechinar, ni pozo, ni costado
No me sirvió arrebol, torcaz, rodado
no me sirvió la hiel de la locura
Supe de mi muy poco, rúa oscura
busqué palabras con que acariciarte
tejí, deshice, esperé sentada
convertí la paciencia en todo un arte
No me sirvió ratón, ya me roía
quería otras palabras otras, otras
pensaba en las palabras, no sabía
Paraguas fue llover, vela fue cera
baticola y yembé fueron muy lejos
y arroyo dejó paso a torrentera
No encuentro la simiente
Perdí el troqueo, el yambo, la balada
acudí al pozo, y no había nada
Desde que leí la última noticia sobre los agujeros negros, no hago más que pensarlo. Llevamos demasiado tiempo concentrados en ahondar en nuestros respectivos sumideros de energía, metidos hasta el cuello en la poza, empeñados en vivir lo que nos quede embreados, apegotados, chiclosos, tristes. Ayer mismo me decía David Magriñá, que el problema de muchos está en saber si fuera de la negrura, habrá espacio o no. Yo no lo sé, me digo. Solo la fé en que hay algo más que esta psicosis colectiva, me anima a mirar más allá. A mi alrededor, mis semejantes parecen obsesionados por demostrarse, los unos a los otros, que no existe un agujero negro, sino cientos, tal vez miles. Una imparable plaga de agujeros, cuya única meta es horadarnos la enjundia para hacernos vivir por siempre en la estrechez sin sentido que queda entre una rotura y otra, aplastados y oliendo a rancio. En modo Emmental .
Me niego a conformarme con la miseria fermentada. Ahí fuera, tiene que haber algo más que tinieblas. Queso sin agujeros o con burbujas redondas y cremosas, de medio a un centímetro, pero sin resquebrajaduras. En modo Gruyère. Que parece lo mismito que su primo, pero ni de lejos. Quiero la densidad, la anchura y la largura de mi tiempo. Quiero las curvas del espacio. Hasta las rectas querría, en caso de encontrarlas.
En modo Gruyère. Otros universos son posibles. Los quiero. Ya
Cuando el ángel llegó; me pilló, como siempre, entre dos lugares. No le importó demasiado -a los ángeles les basta una ventana o un antojo en la piel para ubicarse-
-¿Dónde estás? me preguntó sin prisas, en un alarde socrático que en el fondo, me removió un poco.
-Todavía no lo sé, le respondí, como hago cuando descubro que mi única certeza es el ahora.
En ese momento, el ángel extendió una mano. Súbitamente el tiempo se hizo burbuja. El dolor dejó de existir. Me sentí mecer, como cuando estamos dormidos y parece que vamos a caernos; sólo que esta vez no hubo caída, sino una especie de balanceo similar a la sensación de dejarse ir en una piscina.
Estoy convencida de que a Arquímedes lo visitó un espíritu desesperado por la incapacidad humana de ponerle palabras a algunos hechos. Debió ser una noche como ésta: el ángel armónico, con una pierna todavía en el alféizar, le tocaría los labios, y el griego, iluminado, soltaría su frase llena de enjundia, capaz de colmar la avaricia de un rey, sin saber que; un día, una mujer vilano desearía flotar más que nada en el mundo y seguir siendo una ignorante en cuestión de Física.
Te levantaste, mar
única puerta
muss es sein
ha de ser
debe ser
Es el mar
que es ¿mar?
¿Sólo?
¿Y hacia dónde fueron las llaves, las escalas, las Itacas,
y las sirenas mudas?
¿Y los besos de sal?
¿Y las arenasprisatantemprano?
Te has levantado, mar
hacia el oeste
muss es sein
ha de ser
debe ser
¡ES!
el
mar
Hay un viento del sur
que no se agota
Nunca te quise mío, mar
por eso vuelves
muss es sein
ha de ser
debe ser
Eres
mar
Un árbol
solo
es más solo en otoño
Tiemblan hojas
El aire, por un segundo quieto,
se deshace
Hay jirones de luz entre las ramas
El cielo está preñado
contenido
Todavía no llueve…
Mientras tanto
Otros árboles solos
al lado del primero
descubren que es más solo
ser árbol en otoño
Huele a polvo de hojas
I
Ay amor
Si pudieras
quedarte sólo un poco
acariciarme el pie
o el hueco de la mano
Son oscuros mis pechos
ojos de soledad adormecida
2
Benny & Joon
Joon esperó
Había pintado una flor en su tobillo
cambiado algunos muebles…
Esperaba descalza, oliendo los rincones
Aguardaba
En medio de su ombligo
aulló un perro sin amo
Sam no llegaría
«Regaré las macetas»
-se dijo-
Y derramó peces en el fregadero
y al lado del café y cerca de su cara ydebajo de la mesa y en las servilletas y junto a los clavos y en los panecillos que bailan charleskeaton
Y en un cristal
roto,
«You go to my head»
se arañó la pena
Cuando Benny volviese,
como vuelven, los hermanos mayores de película,
-siempre tarde-
estaría sentada
viendo arder la casa
Sam se habría ido
III
Algún día
existirá un abrazo a prueba de distancia
donde vayan escritos olivos como puños
mordiscos como caricias
tatuajes como besos
No se podrá vender
-nunca tuvo almonedas la ausencia-
Hasta entonces
prepararé tu cama y la comida
y anegaré las camisas mientras bailo
como si fuera fiesta
-será como volverte a casa-
Y habrá trenzas y roldanas de pozos
en todos los caminos
Y todos los manzanos susurrarán tu nombre
Y el río de lo lejos fluirá, ciego y sonámbulo
A Enrique Blanco Rodríguez, Zíngaro jefe, que tiene sangre de reyes en la parma de la mano. (Broma en varios despropósitos) Allegro, ma non troppo.
Carl Phillip
Emmanuel
nunca ha existido
Sólo era un mito
un bulo
una quimera…
El zíngaro CarlPhillip
nació ya viejo
un día
debajo de una encina
en primavera
Su madre , cuando lo vió
pensó ¡vaya un pispajo!
y dijo:
«He parío un hombre,
¡Dadle un sombrero!»
Su padre….
Su padre le dió un libro,
La Odisea
y una guitarra
que le hirió los dedos
para siempre
-Al payo,
que se la vendió
todavía lo busca
su gente,
en los caminos-
Lo llamaron CarlPhillip
CarlPhillip Emmanuel
como al primo
de un primo de su abuela
Veturia Puceanu
que era romí
zíngara de Brashov
y que adoraba
La Viena de FranzJoseph, a
Sissí,
y a un tal Yojansebástianbáj,
(nunca se supo cómo)
Un caso extraño este
el del CarlPhillip
Ya lo dijo Franz Liszt
viéndolo un día
sacándole a un violín las asaduras
«Ese gitano
toca como yo nunca podré
ni soñar,
toca la esencia»
Franz Liszt se deprimió -como solía-
y se volvió a su tierra
hablándoles a todos del
zíngaro Carl Phillip
de tal modo y manera
que su madre le dijo:
«Algo habrás hecho
te vienen a buscar
¡válgame el cielo!
Yo a tí no te conozco
¡Carretera!»
Y el CarlPhillip se fue,
agarró su cayado,
su guitarra
su manta
y su Odisea
-o su Iliada, no sé-
y embarcó, Danubio arriba
donde le dicen Dónau
al Dúnere
Y de allí, fué
tornó
volvió a ir
cambió de nombre
se bautizó diez veces
Weiss en Hamburgo
Msieur Henry en Marsella
Sir Henry White en Portsmouth
Y en la Habana….
En la Habana, señores
era «El Blanco»
Enrique el Blanco era
cuando un día
lo tropecé
en el puente de Triana
rodeado de azahar,
guitarra en mano
tocándole a Estrellita
la gitana
lo que le vino en gana
Ella cantaba
«Por debajo del puente
de Palomaaareees»
y él, nómada y galante
la seguía
de buleria
al tango
por
soleares
¿Carl Phillip?
Pregunté.
¿Eres Carl Phillip
Emmanuel,
el violinista zíngaro
el de Liszt?
¿Qué dishe usté de lijm ni chij , ni mij?
Yo , Felih vivo,
Manué es mi primo,
er primo de mi Ehtreya
y violinihta, sí ,
Er compadre Antonio,
toca er violóng
yo
zólo la guitarra
Me dijo,
Y añadió ¿Ese Lih, no zerá, argún tío dusté?
«No, caballero»
respondí como pude
-vi una faca
brillar en su talega-
Poj le dise usté al Lij o a quien proseda
«Carl Phillip Emmanuel
nunca existió
fue un embuhte
un bulo
una quimera»
-Así lo haré, Sir Henry
-«Dioh lo quiera,»
me respondió
tendiéndome una mano
rota
de heridas
de guitarra vieja…
El arte de olvidar
Intento las caras desafiándome
No me asustan los ruidos ¿ves? No hay miedo ¡Tengo grandes recursos!
Y luego escribo cartas, dos veces,
para que no se me note
que al pisar una hoja seca
retrocedí, mirando a los lados
Para que no sepan
que al fregar la vajilla,
me han crecido burbujas en las sienes
Y que, al limpiar el espejo,
me he dado cuenta de que
otra vez no he podido…
He revuelto los terrones del alma
la roldana del pozo de la memoria
las acequias sin sed de los recuerdos
buscando una escalera
o una llave
con que bajar
de mi árbol
de preguntas
Cuando llegaba
por el vestido nuevo;
justo a la vuelta
de las manos
de todas
las Teresas,
descubrí
los latidos
de un corazón común
raíz de todo.
Pedir otra ola
Y otra
abandonarse surcos
poblar las grietas esperadas
Huir por la cintura de un reloj
de prisa
de las rendijas de tus dedos
La tarea es complicada, si tenemos en cuenta que las porteras son dos o tres, si no me equivoco –esa uniformidad suya me hace difícil distinguirlas- y que cada una de ellas parece optar por un lado de la puerta según tenga el día. Estas sirenas de secano, chicas Almodóvar fetén, expertas en jugar a lo impredecible y en el dominio de las cuatrocientas veintiuna maneras de decir ¡no! sin pestañear, tienen, en su tanque de langostas, un póster de un héroe-de-telenovela-todo-apolíneo–ojos-azúuuules, de esos con nombre puertaventana. En su juventud, colgaban en su habitación fotos de Los Pecos y ya se sabe: “quien tuvo…”. De vez en cuando, alguna se olvida del crucigrama o de la revista y, como quien no quiere la cosa, le lanza al galán miradas llenas de arrobo, mientras las chicas de la limpieza terminan de barrer el hall….
de iubionce
Mi hermana, la muy honorable Princesa Bruja Traspiés de Sin Preguntas- sostiene la teoría de que soy un ser con suerte. Ya se sabe; tengo dos ángeles custodios, uno por si falla el otro, y eso marca. Traspiés, que comparte conmigo carga genética y es, por tanto, una inefable contadora de historias mil, dice a todo el que la quiere oir, que si un día me perdiese en el Polo Norte, a los pocos minutos, una caravana de zíngaros que casualmente pasaría por allí, me salvaría.
Lo cierto es que ahí están. Aparecen siempre que los necesito. Adoptan múltiples formas. Creo en ellos, los quiero y ellos me quieren a mi. Prefiero llamarlos providencia, dado que casi siempre he ido por el mundo a la buena de Dios. En todo caso, acuden, nos olemos, nos reconocemos y siempre, siempre, me traen regalos.
Este espacio es uno de ellos. Y el zíngaro de todos los zíngaros que en el mundo han sido, me lo ha regalado con toda la delicadeza de que es capaz. Maestro Enrique Blanco Rodríguez, músico, nómada, generoso y galante. Gracias y a más ver, al borde de cualquier camino.
También debo todo esto Marian, por ser y por estar Y mis compadres Antonio y Chús, que son mi familia no biológica., Colt, At, Deli ,Jabbs Isi. Zíngaros todos. Gracias
La sombra del abrigo
en el armario
era un vampiro
Tápame la cabeza mamá
que viene el miedo
Había un monstruo
grande tras la puerta
Dame tu camiseta
con olor a mamá
Dame la goma
de borrar pesadillas
No te olvides del beso
y de la canción
Tápame el corazón, mamá
que viene el miedo
Cuéntame cuentos de reirse mucho
y déjame una luz en la escalera
Tápame todo, mamá, que
viene el miedo.
El cristal
del balcón
tiene una niña sola
sola ve a los demás
pasan
juegan
se ríen
ella
vive
sola
en la casa grande
Nadie se le acerca
Ella
ve pasar los días
Cuando llueve
ve pasar paraguas
El
cristal
del balcón
tiene
una silla de ruedas
Me enfado MEENFADOOO
Lo escribo en tu móvil
):-(
Me enfado MNFDOOO
Harto estoy, tú tienes
siempreprisasiempre
toda la prisa
Y yo, x ti, Mnfado.
Sólo soy un niño,
no sé los
relojes,
no sé los horarios
solo sé que a veces
ME EN-FA-DO ME-EN-FA-DO
STOI NFADaDO
Mi abuela es superhéroa
tiene capa dorada
la vi yo
y minifalda
y botas
de hacer el bien
Cuando nos vamos
disimula por casa
Y luego
¡zás!
Hace todas las cosas
que hacen las superhéroas
y algunas más
Ayuda a otras abuelas
salva gatos
y fabrica pasteles antisusto
para cuando volvemos de la escuela
Mi abuela es superhéroa
Si regresamos,
en cosa de segundos
se transforma
se hace la despistada
olvida
nos cura los raspones
con tiritas y besos
y nos da bocadillos
de jamón con tomate
Pero yo sé -lo sé-
que tiene el uniforme
guardado en la maleta
Mi abuela es superhéroa…
Duérmete niño lobo
quédate quieto,
que los niños del pueblo
ya están durmiendo
La luna llena
cuida a los niños lobos
que están sin cena
Duérmete niño-ogro
duerme en tu hura
que tu madre la ogresa
mece la cuna
Que los ogritos
van a la misma escuela
que Pulgarcito
Duérmete, dragoncete
duerme en la cueva
tu manta es un tesoro
de oro y de perlas
Con tus ronquidos
se calientan las hadas
que tienen frío
Duérmete fantasmito
deja los sustos
que tu risa sin boca
asusta mucho
En los espejos
se esfuman los vampiros
que vuelan lejos.
Mi abuelo tenía
palabras muy grandes
menester, respeto,
surco, tajadera
y otras más pequeñas
para hablar conmigo
cado, anís,simiente,
cotenas, mostillo…
Mi abuelo tenía
las manos callosas
la frente arrugada
el pelo muy blanco
y un modo muy suyo de
cuidar lo vivo
Mi abuelo tenía
una voz rasgada
un pañuelo limpio
ojos que miraban
dentro de la gente
y la magia grande
de los huevos fritos
Mi abuelo tenía
un coche muy viejo
un cuento olvidado
una pena honda
un trozo de cuerda
y tres caramelos,
siempre, en los bolsillos.
Señor Ratón Pérez
yo tengo un problema
¡Se me cayó el diente
por la canalera!
Yo lo había guardado,
en la servilleta,
quería lavarlo
ponerlo en la mesa
dejarlo a la vista,
para que vinieras
Señor Ratón Pérez
yo tengo un problema
porque si no hay diente…
¡adiós mi moneda!
Lo tragó el desagüe
por la canalera…
Dice la tía Charo
que en las bibliotecas
hay ratones sabios
que arreglan las cuentas
¡quien sabe si alguno
me lo trae de vuelta!…
Se me fue, mi diente,
por la canalera…
Tú que sabes todo
¿sabrás que es el mío?
¿me tendrás en cuenta?
¿me castigarás, igual
que a la abuela,
a dejar los dientes
en una cajita
con una tableta?
Se reirá mi hermana…
¡Se armará una buena!
pareceré un gnomo
daré mucha pena…
He perdido el diente,
lo siento, de veras
¡Se me escurrió solo
por la canalera!
Señor Ratón Pérez
yo tengo un problema….
Si aparece el diente
¡te pongo galletas!
A la niebla de hoy
le daban a uno ganas
de untársela en el pan
del desayuno
La niebla no es de nada
¡es sólo niebla!
y parece que está
Si fuera de colores
sacaría un palito
y me la comería
al volver de la escuela
Poseyó la consciencia
la claridad
lo pleno
Se adentró en lo brillante
reptó por el absurdo
Administró verdades
excavó los deseos
extinguió sabiamente
toda sombra de duda
Y cuando se agotaba su
reserva de angustia
devoró a la cordura
a golpe de presente.
La reina y la mendiga
comparten corazón
-casi lo saben-
La reina pide;
la mendiga, da
Las dos se asoman,
de vez en cuando,
al mismo viejo pozo
Se tocan con un dedo
lloran hasta la hiel
se ríen solas
cierran la misma puerta
y luego
La reina pide
la mendiga
da
Lo único real es el silencio
las palabras me cansan
¿Cuántas he dicho ya?
Volveré a ellas
una y otra vez
y otra
desde lo quieto
-mudo, el pozo de palabras-
para escribirlas
de nuevo
y arrancarme a mordiscos
el sello de la boca
que ya no me hace falta
pues lo único real es el silencio
Sé lo que dices
y lo que te callas;
Recorro con los dedos
tus arrugas
por saberte todavía
y aún todavía,
beso;
Miro,
te veo todo en ti;
No necesito
oídos, ojos, mente;
Alma sola
me basta
para llegar al mismo
centro tuyo
No temo nada ya
-tengo la esencia-
Sonrío y lloro mucho
¡me abres la corteza en puras migas!
Y- ¿sabes?-
cuando me despierto por las noches
sigo escuchando, extrañas,
absurdas,
luminosas
canciones de amor,
para un amor sin ruido
Nunca tuve sosiego
y si lo tuve
lo confundí pronto con el chocolate
o con la bici de cuando fui buena
Busqué donde no había
quise mucho
Me dejé la inocencia
hecha un guiñapo
a las puertas de un tango que era de otros
y creí merecer lo que tenía
¡Dos y dos eran cuatro en todas partes!
Y sin embargo; ahora,
hoy ,que ando a tientas, casi
que no sé de raíces porque el suelo
parece hecho de algodón de azúcar
Tengo el alma temblando en lunas llenas
Y nada, nada más, nada más nada.
La piel es un extraño órgano vivo
que transita a su antojo en las afueras
de un cerebro
maltrecho de repliegues
y regresa, voraz e irresponsable
para inundarlo todo sin remedio
Si no es así
¿como explicar entonces
que el hecho de tocarte
arrastre mis neuronas en cascada;
o que rozar tu mente sea
tan devastador
como preciso?
No quisiera entender lo que sucede
solo sé que estoy viva
y que es el tacto
un sinsentido dulce
y doloroso;
O un dulce
y doloroso
sinsentido…
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